A partir de principios de noviembre de 2017, Málaga añade un nuevo espacio patrimonial que entra de lleno en el recorrido monumental de la ciudad, muy cercano a edificios singulares como el Museo de Málaga, la Alcazaba o el Teatro Romano. Directamente así se ha posicionado como una de las cosas que ver en Málaga más interesantes.
Originariamente el edificio era la Casa de Correos y Telégrafos, y su arquitecto fue Teodoro de Anasagasti y Algán, de origen vasco y catedrático de Historia de la arquitectura en la escuela de Madrid. Su estilo es regionalista pero un poco alejado del folklore malagueño. Se construyó a la vez que una cincuentena de otros tantos edificios de Correos por toda España durante el primer tercio del siglo XX. De esa manera, España daba un paso de gigante en las telecomunicaciones. Y así siguió usándose hasta el año 1986, cuando su ubicación cambia al edificio de la Avenida de Andalucía, hoy también clausurado.
Será el Rectorado de la Universidad de Málaga el que se interese por el inmueble y para adaptarlo a su nuevo uso, lo va a remodelar por completo y cambiar totalmente su disposición interior. De hecho, solo se va a conservar la fachada original del proyecto, el interior fue completamente vaciado en la reforma que se realizó en 1998.
Fue durante estas obras cuando apareció lo inesperado: veintisiete piletas de época romana para fabricar salazón de pescado y garum. Pero no sólo eso. En un nivel inferior, un trozo de muralla de la ciudad que nos lleva directamente a sus orígenes, la Málaga fenicia. Pues sí, se dataron los restos encontrados y resultó que teníamos parte de la muralla fenicia de la ciudad, que data de más de 2.700 años de antigüedad.
Todos estos restos fueron integrados en el nuevo edificio remodelado, y eran visitables durante los horarios de apertura del rectorado. La muralla se encontraba en el sótano y era accesible a través de una sala de exposiciones temporales. Es ahora cuando dicha muralla cobra el protagonismo y la exposición de la sala gira en torno a ella y la historia de Málaga. Y además, el horario de visitas se ha ampliado, incluyendo ahora los sábados.
La exposición que se acaba de inaugurar se denomina “Málaga. Un tiempo, todos los tiempos. Un viajero, todos los viajeros”, y nos centra en el poder de atracción de la ciudad gracias a sus bondades, sus productos locales y su idiosincrasia cosmopolita de acoger tantas diferentes culturas a lo largo de su historia. Así, nos hace viajar a través del tiempo gracias a unas ánforas que se disponen por la sala y que en su interior descubrimos productos relacionados con Málaga y las diferentes culturas que la han habitado.
Allí mismo se sitúan una serie de pantallas, a modo de velas de barcos, donde se proyecta un audiovisual muy interesante, con imágenes relevantes en la historia y cultura de la ciudad, así como una banda sonora envolvente. Y por si fuera poco, al final de la sala existe una pequeña habitación circular donde aparecen se reflejan los edificios más importantes de Málaga, tomando como epicentro el propio edificio del Rectorado. Una manera de situar este preciado enclave en su entorno monumental.
El resultado final es más que satisfactorio. Creemos que la actuación ha sido muy acertada y contribuye a poner en valor unos hallazgos arqueológicos de gran importancia. Desde aquí, nuestra más sincera enhorabuena al equipo realizador de dicha intervención.
Nosotros desde Voilà Málaga siempre hemos creído en este espacio, en su singularidad como pieza importante en un recorrido por la historia de la ciudad. Por ello, desde el principio, hemos introducido su visita en uno de nuestros tours con más éxito, Le Grand Tour. Si quieres hacer esta visita con nosotros, contáctanos.