El aceite de oliva ha estado asentado en las civilizaciones mediterráneas desde muy antiguo. Hoy en día, España continua siendo una potencia mundial en este condimento básico, tanto en su producción como en el consumo. Sólo tienes que conducir por las zonas rurales de Andalucía y verás olivos hasta donde alcanza la vista. El oro verde, como así lo llamamos los españoles, es base de nuestra gastronomía. Pero no cualquier aceite de oliva es bueno. Gracias a nuestra amiga Juliana de TresenTienda hemos podido profundizar más en el mundo de este manjar líquido.
Visitamos a Juliana en su coqueta tienda situada en pleno casco histórico de Málaga, al lado del convento del Císter. Es una parada obligatoria para quien quiera saber las diferencias entre los tipos de aceite de oliva que se encuentran a la venta y degustarlos. Ni que decir tiene que es uno de los souvenirs más preciados de nuestros turistas, ya que en sus países de origen estas botellas alcanzan unos precios bastante altos.
En primer lugar, apreciamos la gran variedad de formatos y marcas de aceite que incluso viviendo en Andalucía, no conocíamos. Tengo que reconocer que en mi familia siempre hemos tomado aceite «del bueno», procedente de cooperativas de pueblos del interior y que tienen una calidad bastante buena. Pero si a eso le añades una bonita botella y un buen diseño, ¡chapó!
En la tienda también ofrecen degustaciones donde poder apreciar porqué un aceite de oliva virgen es mejor que uno refinado, y dentro de los aceites de oliva virgen, qué diferencia hay entre los que te encuentras en supermercados habituales, producidos de modo industrial, a los realizados a menor escala y que aquí se encuentran a la venta.
Además de diferentes aceites con diferentes aromas, Tresentienda ofrece otros tipos de productos relacionados con la alimentación también interesantes como vinagres, vajilla de cerámica tradicional o sales de distintos sabores. Así mismo, te pueden preparar un paquete especial con los productos que desees para realizar un regalo diferente.
Pero si algo tenemos que destacar, es la pasión que Juliana le pone a lo que hace. Le gusta el aceite, lo valora y lo disfruta. Y eso hace quererte llevar la tienda entera. Nosotros ya hemos pecado y hemos probado alguno de sus aceites delicatessen. Simplemente en una rebanada de pan o en una ensalada, un buen aceite marca la diferencia, y con estos productos nunca fallas. Estamos deseando volver a pasarnos por allí, ¡ya no nos queda ni una gota!