Con menos de tres años desde su restauración e inauguración, el Caminito del Rey se ha convertido por derecho propio en una de las mejores excursiones a realizar desde Málaga. Pero no sólo eso. Su éxito ha sido tal que ha sido un revulsivo total en la zona en la que se emplaza. Aquí vas a descubrir porqué el Caminito del Rey ha levantado tal expectación.
En primer lugar, el itinerario atraviesa el Desfiladero de los Gaitanes, una impresionante brecha que parte en dos un gran macizo rocoso. En este lugar, el camino está conformado por pasarelas adosadas a la roca, a cien metros del suelo. Esta imagen nos recuerda irremediablemente a Indiana Jones o cualquier película de aventuras que se precie.
-
Embalse de Gaitanejo
Desde el comienzo ya nos recuerdan que se deben seguir las normas de seguridad, ya que existe un grave riesgo si no se cumplen. De hecho, hasta ahora solamente escaladores experimentados podían tener acceso a este paraje sin igual. Gracias a su restauración, hoy en día cualquier persona con ganas de caminar casi 8 kilómetros puede cruzar este lugar sin problema.
El itinerario comienza en el embalse de Gaitanejo, que se construyó para la producción de electricidad en 1906. Desde aquí el agua se conducía hasta una caída de más de cien metros de altura hasta la primitiva central Salto del Chorro. A lo largo de esta conducción de agua se construyó un camino para el mantenimiento de esta infraestructura, y que es lo que actualmente conforma el Caminito del Rey.
Su nombre se debe a la visita que el rey Alfonso XIII realizó para colocar la última piedra del Embalse del Conde de Guadalhorce, en 1921. Este embalse, de mayores dimensiones, se realizó aguas arriba para una mayor producción de energía eléctrica. El rey atravesó el camino, aunque debemos decir que no lo hizo entero. A mitad del recorrido se desvió y, atravesando un puente, hoy conocido como el puente del Rey, abandonó la travesía a pie.
2. Desfiladero de Gaitanejos
La primera parte que atravesamos es el Desfiladero de Gaitanejos, conocido también como “de las palomas” por la multitud que habitan aquí. Es un paso entre las rocas en descenso hasta una zona más abierta. Desde aquí se divisa la vía de ferrocarril Málaga – Córdoba. Construida en 1865, atraviesa este paraje mediante túneles y viaductos. Si alguna vez realizas este viaje en tren, asegúrate de no perderte unas vistas espectaculares.
3. Desfiladero de los Gaitanes
Seguidamente pasamos a la tercera zona, el Desfiladero de los Gaitanes. Es la parte más impresionante de todas y donde se puede ver perfectamente en paralelo al actual, el anterior caminito que existía antes de su restauración. De hecho, se puede corroborar el peligro que dicho camino tenía, y es por ello que en el año 2.000 se decidió prohibir su acceso.
Aquí cruzamos un puente colgante que va de una pared del desfiladero a la otra. Es la imagen más icónica del Caminito del Rey, aunque no nos quedamos por supuesto con sólo esa imagen. A lo largo del camino se descubre fauna, flora y geología de gran interés.
4. Salida
A la salida, si echas la vista atrás, tendrás una de las vistas más impresionantes. Una montaña vertical que termina abruptamente y a sus pies un embalse de aguas turquesas.
La visita solamente tiene un sentido, por lo que al final existen autobuses que te devuelven de nuevo al origen. Unas tres horas bastaría para realizar este hermoso paseo sin prisas y disfrutando del paisaje.
Si necesitas entradas, su página web admite reservas o también puedes presentarte a primera hora y cada día existe un número limitado de entradas que venden en taquilla. Eso sí, hay que madrugar si quieres entrar.
Nosotros recomendamos ésta como una de las excursiones de un día desde Málaga que hay que realizar, a una hora en coche aproximadamente. Y luego en la ciudad, no te puedes perder los mejores tours con Voilà Málaga como Málaga Secreta, dónde podrás indagar más en la historia y conocerás el palacio donde vivieron la familia constructora del ferrocarril Córdoba – Málaga. Contacta con nosotros y reserva tu tour.
