El 30 de abril de 1789, George Washington estaba siendo investido como primer presidente de los EE.UU. En aquel momento estaba acompañado por alguien muy importante para él. Este hombre era el embajador de España, que estaba de pie a su lado izquierdo en la ceremonia. El mismo día, el único navío extranjero atracado en el puerto de Nueva York era el barco español llamado Galveztown. Este hecho representaba una prueba de gratitud al propietario de aquel barco, Bernardo de Gálvez.
A veces la historia no es justa con la gente que contribuyó a hacerla, y Bernardo de Gálvez fue uno de ellos. Pero esta injusticia puede que se solucione en poco tiempo. Un retrato grande suyo va a ser colgado sobre las paredes del senado de los EE.UU pero, ¿quién fue esta persona para conseguir tal honor?
Volvamos a 1776. Bernardo, un coronel joven de una pequeña ciudad costera de Málaga, Macharaviaya, fue nombrado gobernador de Luisiana. Vivió en su capital, Nueva Orleans, donde llegó en enero de 1777. Las trece colonias británicas ya se habían escindido del Imperio británico. Luisiana ayudó a estas colonias proveyéndolas con alimento, medicinas, armas, uniformes, etc. Pero no sólo esto. Cuando finalmente España y Francia entraron en guerra con Gran Bretaña, Bernardo logró conquistar algunas ciudades británicas a lo largo del Mississippi con un pequeño contingente.
El punto decisivo en su vida militar y un punto de inflexión en la Guerra de Independencia fue cuando entró en la Bahía de Pensacola con su flota. El buque insignia encalló en la entrada de la bahía y se negó a entrar otra vez. El ataque a las fortalezas británicas en la Bahía era decisiva, por lo que Bernardo lo tenía claro; él seguiría con su barco, el Galveztown, incluso si lo tuviera que hacer solo.
El resultado era inesperado. Las tropas británicas se rendirían y Gálvez consiguió el honor de ser nombrado conde por el Rey de España y tener su propio escudo de armas, en el cual dice ” Yo solo “, recordando cómo entró en la Bahía Pensacola solo y ganó la batalla. Si quieres conocer más sobre esta historia, haz click aquí.
No sólo el Rey de España reconoció los esfuerzos de Bernardo. El Congreso de los Estados Unidos de América aprobó colgar un retrato de este héroe sobre una de sus paredes. Esto fue entonces, en 1783.
Aquella promesa hecha hace más de dos siglos, va a ser completada hoy día. Al principio de diciembre de 2014, Bernardo de Gálvez ha sido nombrado ciudadano honorable de los EE.UU., reconocimiento sólo dado a otras 7 personas, entre ellos, Lafayette, Winston Churchill o la Madre Teresa de Calcuta. Unos días más tarde, su retrato finalmente cuelga de las paredes del Senado de Washington. Por tanto podríamos decir que se ha hecho justicia finalmente con Bernardo de Gálvez.
Bernardo no pudo estar con George Washington en su investidura. Había muerto poco antes de una enfermedad. Actualmente se encuentra enterrado en Ciudad de México, donde finalmente fue homenajeado. Mientras tanto, del otro lado de Atlántico, en su ciudad natal en Málaga, cada día 4 de julio se celebra como festivo debido a Gálvez y su gran hazaña.
No sólo este hecho relaciona Málaga con la fundación de los Estados Unidos de América. Nuestra inacabada torre sur de la Catedral esconde una bonita historia sobre el tema, y que explicamos en nuestro ” Le Grand Tour“.
