En esta ocasión vamos a comparar un viaje a Córdoba desde la Costa del Sol, con ida y vuelta en el mismo día, con el concepto de slow tourism. Pero empecemos con algo de historia…

Al final de los años ochenta, se sabía que un grupo de representantes de los complejos recreativos Disney había venido a buscar localizaciones en la Costa del Sol para un futuro complejo europeo. Todo el mundo se congratulaba por ello, autoridades y vecinos. Esto implicaba nuevos empleos, inversión, desarrollo…

La Costa del el Sol era ya un foco turístico en sí, por lo que, ¿por qué realizar aquí esta nueva atracción, desconocida para la mayoría de los ciudadanos europeos de aquel tiempo? Parece que nadie se tomó un momento para pensar en la clase de turismo que queríamos tener. Al final, el dinero manda, y es todo lo que importa.

Disneyland finalmente aterrizó en París, y nos mantuvimos como  atracción turística de sol y playa. Pero 1992 trajo nuevas conexiones desde Málaga al resto de Andalucía, ya que nuevas carreteras fueron construidas para la Expo de 1992 de Sevilla. Los turistas que al principio pensaron en quedarse en hoteles cerca del mar, comenzaron a pensar en ir al interior y conocer más sobre sitios encantadores como Granada y Córdoba. Y esto es cuando nació un nuevo tipo de negocio: fantásticos viajes de un día para visitar estas ciudades con tanto que descubrir.

22 años más tarde, nada ha cambiado prácticamente. Todavía tenemos aquella clase de turismo (el de sol y playa) y añadido, el de tipo cultural, con visitas que se pueden reservar desde hoteles o cruceros.

Yo tenía la curiosidad de hacer uno de estos viajes para realmente experimentar lo que ofrecemos sobre cultura como importante destino turístico. Y no pude quedar más decepcionado. No es que me queje de los sitios que visité, pero pronto lo entenderéis.

Me recogieron a las 7 de la mañana (me tuve que despertar a las seis y cuarto de la mañana). Para ser alguien que trabaja aquí, no es tan malo despertarse a esa hora. Pero para estar de vacaciones, definitivamente no es mi hora ideal para levantarme. Nos dirigíamos hacia Córdoba, y paramos a mitad de camino en Antequera para desayunar, que no estaba incluido en el precio, y que fue más caro incluso que un buen desayuno en Marbella. Pero esa no era la cuestión. Algunos autobuses más pararon también allí y todo el mundo quería ser servido al mismo tiempo. ¿Es que no hay más sitios para parar en el camino a Córdoba? Tuve la sensación de que me llevaban como ganado en una granja.

De todos modos, llegamos a Córdoba. Hermosa. Estaba incluida la visita a la Mezquita, su monumento principal, pero por tu cuenta, no con visita guiada. Teníamos una hora para realizarla. Más tarde fuimos a visitar un famoso patio con nuestra guía. Él fue correcto todo el tiempo pero el hecho es que nada más estaba incluido. Nos dieron tiempo libre, pero eché de menos más información sobre la ciudad y dónde pasar el resto del día en Córdoba.

La verdad es que yo no tenía ningún problema, ya que soy lugareño y guía turística y estaba interesado en ver un museo en particular. Pero desde luego no me hubiera gustado la experiencia si hubiera sido un extranjero.

Comenzamos nuestro viaje de vuelta a las 15:30, y volvimos al punto de partida a las 19:00. Tengo que decir que no me gustó nada viajar siete horas para estar solamente cinco y media en Córdoba (incluido un almuerzo de un hora). Tampoco estaba contento con despertarme tan temprano. Y tampoco estaba contento sintiéndome como ganado y luego abandonado solo en medio de Córdoba.

En mi camino de vuelta recordé como, al final, no conseguimos  traer Disneyland en Andalucía, pero tengo que admitir que tenemos algo parecido. Esta visión cultural de la ciudad, con un grupo de muchas personas, y obteniendo un ligero conocimiento de todo, es algo que no guardarás en tus recuerdos de modo especial.

Afortunadamente, algo está sucediendo en turismo en Andalucía. Empresarios jóvenes como nosotros, Voilà Málaga, estamos abiertos a un tipo diferente de turismo. Algunos lo llaman el turismo lento (slow tourism), que sería lo opuesto al realizado en algo parecido a Disneyland.

¿Cuál es el objetivo de ver todos los monumentos que puedas en un día? Cuando vuelves a casa de tus vacaciones, y miras tus fotos, tienes muchas realizadas en sitios diferentes, pero… ¿te dicen algo? ¿Te recuerdan a una experiencia especial que tuviste allí?

El slow tourism es nuestra filosofía. Ésta te trae la oportunidad de disfrutar de la ciudad sin prisas, experimentar por ti mismo una nueva cultura, distintos sabores… Ningún tiempo es malgastado si disfrutas de ello. Estas nuevas experiencias serán tuyas y te darán algo interesante para contar a tu familia y amigos (mucho más que enseñarles las 500 fotos de tu último viaje)

¿Por qué no echas una mirada a alguna de nuestras ofertas? Tenemos a tu disposición diferentes experiencias que puedes elegir y en las que disfrutar a tu ritmo.